miércoles, 29 de junio de 2016

Leche Materna


Dar el pecho puede resultar doloroso, sobretodo las primeras semanas, el dolor es punzante y crees que tu bebé tiene dientes, aún que sabes de sobras que no.

A medida que pasan los días, o más bien las semanas, el dolor va disminuyendo, a lo mejor eres de las afortunadas que no les a dolido, pero aún no he conocido a ninguna, a todas les a dolido, a unas más que a otras, recuerdo que la mujer con la que compartía habitación después de dar a luz, gritaba exageradamente, o no, pero gritaba que se le oía en toda la planta del hospital.

A mi especialmente me dolio bastante, sobretodo la primera sema, el segundo día que aún estaba en el hospital se me agrietaron los pezones, la bebé no succiona bien y yo no me sabía colocar, ni tampoco a ayudar a mejorar la succión, así que tuve que usar pomada, por cierto milagrosa, añadiré fotografía al final del post, aún me queda bastante, no creo que llegue a agotarse, has de aplicarte una diminuta porción del tamaño de una gota de agua en el pezón, incluso en la aureola si lo ves necesario y al dia siguiente como nuevo, aunque puede que se vuelva a agrietar pq aun no succiona bien, pero la pomada va de maravilla.

Llegue a tener leche suficiente como para donar, me sentía increíblemente útil, pude ayudar a otros bebés, lo aconsejo por encima de todo, si tienes leche de sobras, dona!
Eso sí, siempre que haya pasado el dolor, que tu bebé se amamante suficiente, y que tu te sientas cómoda y con tiempo de hacerlo.
Pasado los meses, me he quedado sin fabricar apenas leche, a lo mejor pensais que la que done me hubiera podido servir ahora, pero ya os digo que no, su caducidad es breve y puede que el último bibe que di lo pudiera haber usado, pero no me hubiera echo mucho la verdad, ahora necesito darle Leche artificial (LA), solo le doy leche materna (LM) por las mañanas y a veces por las noches, seguido de un biberón más pequeño que los que se bebe el resto del día.

Creo que se debe al estrés y los nervios, no por la bebé, ella se porta de maravilla, tiene sus arrebatos pero como todo el mundo, sino, por tener que volver al trabajo, quedarme sin mi pequeña a la que estoy acostumbrada a estar 24 horas del día, quizás pensáis que se agradece pero en mi caso os aseguro que no lo agradezco para nada, si he de dejarla con otra persona, lo paso fatal, estoy muy apegada a ella y aunque a ella aún no le afecte apenas, yo noto que me falta una parte de mi. Dicen que con el tiempo se supera y aprendes a valorar esos momentos sin ellos, pero supongo que va con la personalidad, y lo bichito que sea tu bebé pq si es de llorar/gritar 24horas, si me iría con gusto a trabajar y que la cuide papa esas horas jajaja

También afecta mucho la alimentación, si empiezas a hacer dieta, o dejas de alimentarte con las calorías que tu cuerpo verdaderamente necesita, eso hace que produzcas menos cantidad de LM, así que deja las dietas estrictas para cuando realmente quieras dejar de darle el pecho.

La doctora me recomendo beber mucha agua, comer almendras naturales y comer de todo, nada de hacerme vegetariana.


Por cierto corre el rumor de que mientras das el pecho no te viene la menstruación, eso depende mucho de cada cuerpo y de cómo des el pecho, si le das cada 3 horas o cada más, también dicen que entonces no te quedas embarazada, otro mito al que me opongo, ya que estoy embaraza de nuevo.









Donde se han ido mis horas de sueño?

La gente es sabia, si os paran por la calle porque os ven embarazadas y os dicen, duerme ahora que puedes!
Sin duda haz caso.

No se donde quedaron esas horas en las que disfrutaba durmiendo, y mi cuerpo aprovechaba para recomponerse de un largo día de trabajo, ahora apenas consigo dormir, mis horas vuelan como aves migratorias, y no consigo recomponerme ni de un dedo del pie.
Los días tras el regreso a casa se hacen incluso más duros que en el hospital; en el hospital están las enfermeras, e incluso tu pareja está para ayudarte a todo, pero una vez vuelves a tu hogar donde estabas eufórica por regresar y salir del hospital de una vez por todas, lo único que quieres es que te cuiden, quizás no volver, allí compartía mi intimidad con otra parturienta como allí nos llamaban, pero a la hora exacta te traían el desayuno, tus medicinas, si te costaba levantarte, solo tenías que llamarlas pulsando un botoncito rojo, que tu bebé no se cogía al pecho y tu ya no sabías cómo colocarte, ellas te ayudaban, y por supuesto la cena a la hora exacta.

Y ahora estás en casa, sola, con tu bebé que no deja de llorar, que no se te coge bien al pecho y todo lo que te han enseñado no vale para nada porque tu bebé llora desconsolado por hambre, sueño o que se yo, puede ser cualquier cosa, ellos lloran por todo, es su manera de comunicarse y no te va a venir nadie a traerte la comida, así que o espabilas o mueres famélica, tu misma.

Quizás no fué tan bestia como lo he relatado, quizás el recuerdo que me dejó fue exagerado, quien sabe ya han pasado esos días, y ahora duermo mejor, no seguido, pero mejor, la bebé se coge bien al pecho, era cuestión de aprender a la vez, tanto ella como yo, y la comida la cena y las demás tareas se van solucionando con paciencia, la primera semana no quieres que te visite nadie, tu casa parece la calle marginal de Londres, bueno eso y que pocas ganas tienes de poner buena cara, maquillarte y sonreír cuando estás viendo que tu bebé duerme y que tu deberias de hacer lo mismo. pero todo pasa volando, te visitan, asúmelo, y cuanto antes mejor, así no se alargan las visitas más semanas de las necesarias.
Con los meses aprendes a hacer las tareas cuando el bebé duerme, tenerle ropa limpia, sobretodo bodys, no se quien diseña los pañales pero no da ni una, si es cierto que al principio, no sabes ponerlos, tú crees que sí, pero te aseguro que no, ese pañal no está bien puesto, o está muy subido de atrás y todo sale por delante o lo has subido de delante y todo sale por detrás, o está flojo o está apretadísimo, en todo caso, todo sale por donde quiera que salga pero sale! pero tranquilos, son los pañales, que están mal diseñados jajaja.

Como os decía, vas recuperando el sueño, tu casa, y tus costumbres, hasta puedes volver a leerte un libro, no del tirón claro está, eso ya no creo que lo hagas hasta que vaya a la universidad...
Todo vuelve a su cauce y disfrutas muchísimo más de esos momentos con tu bebé.

P.D: Hombres poneros las pilas, nosotras tampoco nacemos sabiendo y ahí estamos al pie del cañón, sino os sale a la primera es lo más normal del mundo a la decimocuarta todo cambia a mejor.
Y vosotras no os desesperéis con ellos, pobres, son hombres.

Dar a luz

Siempre me ha parecido curioso el hecho de que se llame "dar a luz" si es cierto que es la primera vez que el bebé ve la luz pero aun asi me parece si más no curioso.
Bueno pues os voy a relatar mi día, si, digo día porque duró 12 horas así que creo que me puedo permitir llamarlo así.

Eran casi las 7 a.m cuando tuve la necesidad de ir al baño, como ya habréis notado la frecuencia de ir al baño va en ascenso, sin dar tregua; al  levantarme de la cama noté un golpe dentro de mi, como explicaros... fue algo así como un choque entre dos bolas de bolos, pero fui con toda normalidad al baño y no paso nada hasta que regrese a la cama, justo tumbarme noto unas gotitas que no he controlado y se me han escapado, en eso que pienso: acabo de ir al baño, como puede ser?
No me dio tiempo a pensar nada más cuando noto otra pérdida, y pegue un salto de la cama ya que creía que esta vez mancharía las sábanas, una vez de pie otras poquitas gotas, en las gotas veo que hay sangre, llame al 061 y les dije, creo que he roto aguas, pero por ahora solo son gotitas, algunas con sangre, debo ir ya al hospital?
A lo que me responde:
- por supuesto, si vienes en coche no corras está lloviendo, pero no lo dejes pasar y ven ya.

Me dio tiempo a lavarme los dientes y salimos directos al Hospital, una vez allí me exploraron, por el camino ya había perdido bastante líquido y allí fui perdiendo más a medida que pasaban las horas,
me subieron a la habitación, allí pase las peores horas de mi vida, cuando ya no pude más porque las contracciones eran seguidas sin apenas respiro y de un dolor inaguantable avise a la enfermera, me bajaron a monitores (10.30 a.m), allí la cosa empeoró bastante, el dolor era el mismo y encima estaba tumbada sin poder moverme para aliviar las contracciones que más que dolorosas eran horribles ya que te revolvían el estómago de tal manera que creía que echaría el corazón por la boca y me entraron unos calores que ni el abanico improvisado de mi marido funcionaba.
De esa sala me pasaron a una habitación donde muchos minutos después (a las 13.30 p.m) me inyectaron la epidural.
Sobre la epidural no tengo ninguna queja, el pinchazo es incomodo, pero no doloroso, note un empujón y me centre en no moverme porque me venía una contracción y eso si que no lo soportaba.

Una vez hizo efecto la epidural (entre 5 y 10 minutos) mi vida cambio, ya podía dar a luz a uno, dos, o tres bebés que el dolor era mísero, y el cansancio pudo conmigo, me quedé tumbada sin notar apenas nada, y eso que podía mover las piernas y sentir un ligero punzamiento cada pocos minutos, pero nada que ver con lo anterior, pasaron las horas y en cada exploración me decían lo mismo; el bebé no ha bajado la cabeza.
Al final dieron las 5.30 p.m me dijeron que tenían que girarle la cabeza para que pudiera salir, así que me pasaron a la sala de partos, una vez allí me pidieron que empujara todo lo fuerte que pudiera, me extraño ya que solo iban a darle la vuelta porque miraba hacía arriba y debía mirar hacía abajo, pero aquello pasó a otro nivel...
-VENGA, EMPUJA QUE YA SALE!!!
Solo quería descansar, no podía más, estaba exhausta, cansada hasta límites inimaginables, empujaba con todas mis fuerzas, de hecho las venas de mis brazos estallaron y tuve líneas de sangre en los brazos hasta una semana después de dar a luz, y me decían que eso no era nada, que me harían cesárea sino empujaba más, yo ya no sabía qué más hacer, hacía tanta fuerza que me mareaba, perdí el norte en un momento, creo que la cabeza se me fue y cuando volví a abrir los ojos aún seguían gritando que empujara más y más...
Por fin salió (6.23 p.m), era una niña preciosa, muy limpia y de color rosadito, se abrazo a mi con tanto amor que no pude contener las lágrimas, amor a primera vista.